En el hogar, el trabajo y los hospitales, las personas están constantemente expuestas a los ftalatos, una familia de productos químicos industriales que se utilizan como flexibilizantes para el plástico de PVC y como solventes en cosméticos y otros productos de consumo masivo. Según estudios realizados en animales, los ftalatos pueden afectar el hígado, los riñones, los pulmones y los sistemas hormonales y reproductivos, especialmente los testículos en etapa de desarrollo. Los insumos médicos fabricados a base de PVC flexible, tales como las bolsas de infusión y catéteres intravenosos, pueden contener más de 50% de un ftalato denominado di(2-etilhexil) ftalato (DEHP, por su sigla en inglés), que puede migrar directamente hacia el cuerpo del paciente desde de estos productos. Los/as pacientes más vulnerables, bebés en unidades de terapia intensiva neonatal (UTIN), reciben las dosis mayores. Los/as médicos/as de la Escuela de Salud Pública de Harvard hallaron que...